Tras
avatares varios, voy a volver a retomar la vida gastrobloguera.
Muchas
gracias a todos por los ánimos, mails, comentarios e incluso llamadas. Este
tiempo sin conectar ha sido una nueva experiencia de vida que, sin duda, me ha
enseñado a afrontarla de manera diferente.
Dejé
el blog porque tenía problemas que me impedían seguirlo con la misma ilusión
que al principio, pero también, porque no contarlo, al ver que ese sentimiento
romántico, desinteresado, gratuito y generoso que nos empezó a mover a muchos, iba desapareciendo en pro de un interés comercial: publicidad,
premios, publicaciones, entrevistas, etc. etc. Esa no era mi guerra y, junto a
todos los hándicaps personales que tenía en esa época, pensé que lo mejor era
dejarlo y hasta ahora.
Durante
estos años, cuando el cuerpo y el trabajo me lo han permitido, me he ido curtiendo haciendo cursos. Siempre pensé que explicaba cosas en
las recetas de las que no sabía el por qué. Yo no provengo de una familia con
tradición culinaria, en las que abuelas y madre me han explicado recetas. En
casa tenían amor al buen producto elaborado de manera sencilla y convencional. Tal
vez por ello siempre he tenido, ahí, el gusanillo de querer aprender a cocinar,
desde la base, conociendo el producto y la técnica, para conseguir que mi
alimentación, prácticamente vegetariana, sea lo más saludable, variada,
divertida y glamurosa posible. Por eso decidí estudiar cocina y pastelería. He
estudiado en fantásticas escuelas como Hofmann y Chocovic y, también, en alguna
menos fantástica como Espai Sucre. He hecho talleres en la estupenda Bonsfocs, y
en Babette. De todas he sacado provecho y he aprendido, aunque sólo sea, un pequeño
truco que me ha facilitado el trabajo.
Como
veis, en este tiempo, el interés gastronómico no ha cesado, todo lo contrario,
ha ido creciendo con los días y ahora, diría, que estoy en la fase de “ya no más
cursos de cocina”, ahora toca la práctica. Además, quiero aprender nuevas cosas
que me ayuden a ser una persona más autosuficiente. Al paso que va esta
sociedad, será el futuro: hacerse la ropa, arreglar el grifo que gotea, hacerse
el queso, tener un micro huerto en una micro maceta, arreglarse el pelo…
Este
post ha sido impulsivo, como lo fue el primero que dio paso al blog. Y es un
anticipo de que empezaré de nuevo, con una visión diferente, en la línea de la
alimentación saludable, pero en el extremo: Raw Food y cocina lactoovovegetariana. Yo lo necesito, mi salud
lo necesita y es un camino al que he llegado de manera consciente. Voy a
compartirlo y cuando me canse, si es que sucede, pues a otra cosa, mariposa.
Hasta
dentro de nada. Besos.